Albanisa en enredo de cuentas



Lucía Navas


Los estados financieros de Alba de Nicaragua (Albanisa) parecen no cuadrar a lo interno de la empresa ni con los reportes que da al Gobierno de Venezuela.

Y es que para hacer cuadrar los datos por la compra de carne enviada a Venezuela, por ejemplo, funcionarios de Albanisa han estado pidiendo a los mataderos nicaragüenses que les “firmen duplicados de facturas viejas”, les emitan copias de “órdenes de compras antiguas” o les firmen nuevas facturas de compras registrando entregas anteriores bajo el argumento que los documentos se les perdieron.

La acción de la empresa es para mostrar los documentos completos de sus estados financieros a la Contraloría General de la República (CGR) de Nicaragua que la estaba auditando, explicaron a LA PRENSA dos fuentes de la industria cárnica local.

El supuesto desorden interno en el control de documentos de Albanisa tiene al personal bajo presión porque los gerentes de los mataderos se han negado a emitir las facturas y órdenes de compras que se les piden.

La Contraloría ya finalizó la auditoría a Albanisa, la cual inició en octubre del año pasado, informó el presidente de la CGR, el contralor de facto, Guillermo Argüello Poessy. Pero el informe será presentado al consejo de contralores a mediados o finales de noviembre, una vez que “finalice el control de calidad” de la Oficina de Auditoría.

 EXPORTACIÓN Y ENTREGA NO COINCIDEN

Los apuros con los documentos en Albanisa también son para conciliar las cuentas con la empresa Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), sobre la compra de los contratos de petróleo y derivados, con los reportes de compensación con alimentos que se envían desde Nicaragua por la factura petrolera.

A Albanisa no le está saliendo fácil rendir cuentas al gobierno de Nicolás Maduro, porque la empresa no entrega los finiquitos completos de los productos de alimentos que envía a la Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas (CASA) de Venezuela, en concepto de compensación de la factura petrolera.

Tampoco coinciden las cifras reportadas por CASA que recoge el “Informe sobre la Situación de Compensación Financiera entre la República de Nicaragua y la República Bolivariana de Venezuela”, con los datos del Banco Central de Nicaragua (BCN) y el Centro de Trámites de las Exportaciones (Cetrex).

CASA reporta facturado al 31 de octubre de 2011 por carne de ganado, leche UHT, frijol negro, aceite de soya y de palma y azúcar 494.7 millones de dólares. Sin embargo, ese total es menor a los 506 millones de dólares que recogen las estadísticas del BCN y Cetrex en exportaciones a Venezuela por los productos mencionados a la fecha reportada en el informe venezolano.

Albanisa maneja el Fondo Alba (llamado cooperación) y que controlan allegados de la familia de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Dicho fondo sale del 25 por ciento de la factura petrolera que se paga a 23 años, con dos de gracia, a Venezuela.

Parte de esa factura la compensa Nicaragua con las exportaciones de alimentos a Venezuela, las cuales son exclusivamente enviadas a través de Albalinisa, filial de Albanisa.

Pero lo recibido por la venezolana CASA en carne bovina es 25.5 millones de dólares menos de lo contabilizado por el BCN y Cetrex en envío a Venezuela.

Igual pasa con el frijol negro (caraotas), ya que el Banco Central registra 16.1 millones de dólares más que la empresa venezolana.

En el caso de la leche líquida pasa lo contrario. CASA registra una compra que supera en 4.8 millones de dólares los datos del BCN y Cetrex.

Con el aceite de soya y de palma la diferencia aún es mayor. CASA contabiliza por ambos productos 51.8 millones de dólares, pero lo exportado oficialmente por Nicaragua fue de 22.6 millones de dólares.

Fuente. LPRSA



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