Ejército y armados siembran el pánico en montañas de Jinotega


La presencia de los armados en el norte del país es minimizada por el Gobierno, calificando a los insurgentes como delincuentes, pero en las comunidades rurales de Santa María de Pantasma y Wiwilí se siente su presencia.





Testigos de esto son los miembros de los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), a quienes en este mes de octubre les han asesinado a dos compañeros y muchos de ellos ya no salen a sembrar por temor a correr la misma suerte. “Ahora (los CPC) corremos peligro. Uno se forma para ayudarle a la gente, pero ahora corremos peligro. Algunos dicen que se van a ir para Costa Rica”, dice Marcelino Mairena, un CPC de la comunidad de Zompopera, en Pantasma.

Quienes no son afines a los sandinistas también tienen miedo, sobre todo después de la muerte del civil Yairon Díaz, quien supuestamente habría sido torturado por el Ejército. “La cosa está fea aquí”, es lo que dicen los campesinos, quienes tienen temor de salir a cultivar y caer en manos de los armados o del Ejército.

La Prensa


Comparte
Nota anterior