Disruptores endocrinos amenazan nuestra salud

¿Son la tecnología y sus productos perjudiciales para la salud? Dar una respuesta concluyente sería entrar en un terrero difícil y ambivalente, sin embargo, es necesario decir que hace un año, científicos chinos descubrieron rastros de los teléfonos iPhone, las tabletas iPad y las consolas Xbox 360, Wii y PlayStation 3 en la leche materna de las mujeres de Shenzhen, donde se encuentran las gigantescas instalaciones de una empresa en la que más de 200,000 trabajadores producen piezas para aparatos de Apple, Nintendo, Sony, entre otros.
Los investigadores de las universidades de Pekín y Lanzhou hallaron en los pechos de las madres trabajadoras en esas industrias, niveles “relativamente altos” de PBDE, compuesto empleado en las carcasas de plástico de aparatos electrónicos para que no ardan. La exposición de los niños a estas sustancias se ha relacionado con la falta de descenso de los testículos a la bolsa escrotal cuando son adultos, entre otros problemas reproductivos y del sistema nervioso.
Esos PBDE no están solos sino que forman parte de un enorme grupo de 800 sustancias químicas conocidas como disruptores endocrinos, relacionadas con cánceres de mama, de próstata y de tiroides, y también con problemas en el desarrollo infantil, como la hiperactividad, el déficit de atención y algunos trastornos neurológicos.
Semen de baja calidad
Es importante destacar que hay un informe de la Organización Mundial de la Salud en el que señalan que unos ochocientos químicos son capaces de perturbar el sistema endocrino, el conjunto de órganos de nuestro cuerpo que producen hormonas, como ovarios, testículos, tiroides y páncreas.
Los autores señalan, por ejemplo, que en algunos países más del 40% de los hombres jóvenes tiene semen de baja calidad, lo que reduce su capacidad para tener hijos. El número de niños prematuros con bajo peso al nacer y la incidencia de malformaciones genitales, como testículos que no descienden hasta la bolsa escrotal, también ha crecido en muchos países.
Además, señaló que los estrógenos ambientales liberados en aerosoles, desodorantes y carne de pollo industrial han incrementado la exposición a hormonas femeninas en bebés masculinos desde que están en el vientre materno, lo cual explicaría el incremento de hombres con baja fertilidad, penes pequeños (menos de 4cm) y afectos a parejas del mismo sexo.
Cáncer de mama juvenil
Asimismo, se ha detectado un desarrollo más temprano de los pechos en las chicas de todos los países estudiados, lo cual es un factor de riesgo para el cáncer de mama. Este hecho es particularmente grave en Argentina donde se han detectado cánceres mamarios en adolescentes usuarias de la PPMS o píldora anticonceptiva de la mañana siguiente. Esta contiene una sobredosis hormonal de estrógenos para impedir la anidación del óvulo fecundado en las primeras 48 horas de relaciones sexuales sin protección. Miles de jovencitas toman este coctel hormonal hasta tres veces al mes estimulando --sin saberlo-- a los receptores estrogénicos del cáncer de mama e incrementando 300 veces el riesgo de trombosis venosa o sea coágulos de sangre en el cerebro o los pulmones que puede causar ingreso a UCI o la muerte súbita.

FUENTE :END


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