Un informe sobre Desempeño en el Comercio Exterior de Centroamérica y el Caribe, divulgado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, señala que Nicaragua tiene una balanza deficitaria en 28.4% como porcentaje del PIB, la cifra más alta de Centroamérica y el Caribe.
El año pasado, este país exportó bienes con un valor de US$4,628.1 millones, mientras que en concepto de servicios la suma fue de US$712 millones, según el Banco Central. La situación hace a Nicaragua menos competitiva, confirma que al ser este país un exportador de bienes (principalmente primarios), depende de los precios internacionales, por lo que no logra una participación activa en el comercio internacional.
“Muchos países tienen una alta concentración exportadora en pocos productos y mercados que limitan la diversificación de su producción”, indica el informe de la Cepal, publicado en abril y que incluye datos de 2010.
Mario Amador, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua, Cadin, sostuvo que este país “debe cambiar muchas cosas en materia de comercio exterior”. “En primer lugar, (tiene que) revisar todo el sistema de aduanas, que es una traba para el comercio exterior, el tema de puertos, porque en Nicaragua los puertos están de alguna forma obstaculizando el tema del comercio”, dijo.
La Cepal indicó en su estudio que la poca diversidad, tanto en los productos como en los destinos de las exportaciones de las economías pequeñas, como la de Nicaragua, convierte a estos países más vulnerables frente a economías más grandes, como las de México, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia. “La capacidad de Puerto de Corinto (el más importante de Nicaragua) es de cargar 200 toneladas por hora, mientras El Quetzal, en Guatemala, carga 2,000 toneladas por hora, entonces son limitaciones de comercio que te impiden y te encarece un poco la producción y te hacen menos competitivos a la hora de exportar”, añadió Amador.
Los servicios En general, los países de Centroamérica presentan una balanza comercial deficitaria, pero algunos trabajan en revertir esa tendencia.
La Cepal explicó que en esta región no hay yacimientos petrolíferos, ni suficientes tierras adecuada para ciertos cultivos, como los cereales, indispensables para el consumo básico. Además, esta zona es propensa a los desastres naturales, fenómenos sísmicos o volcánicos. Y, por otro lado, la población tiene un acceso educativo limitado.
Sumados todos esos aspectos, hay pocas probabilidades de diversificar la producción y las exportaciones, advirtió la Cepal. Algunos países, sin embargo, trabajan en cambiar su matriz de exportación. Uno de ellos es Costa Rica, que ya presenta el menor déficit en la balanza de bienes y servicios respecto al PIB: 2.6%.
La balanza comercial de Costa Rica en el área de servicios (principalmente empresariales) es positiva en 7.4%. En la región solo es superada por Panamá, que registró 13.4%. Respecto al PIB, el 26.2% de las exportaciones costarricenses son en bienes y el 12.3% son en concepto de servicios. En cambio, Nicaragua tiene el 45% de sus exportaciones en bienes y solo el 9% en servicios, siempre respecto al PIB.
Este país, además, no da valor añadido a sus bienes. Así, Nicaragua tiene el mayor déficit con respecto al PIB en su balanza comercial de servicios, con -3.4%, y es seguida por Honduras, con -2%. Contrario a los países exportadores de servicios, como los del Caribe, los países que comercian bienes tienen mercados más concentrados, en especial Honduras, Nicaragua y República Dominicana, precisó la Cepal.
Centroamérica se especializa en la exportación de bienes, por lo que estos países presentan un superávit en la balanza comercial de alimentos. Nicaragua tiene un saldo positivo del 4.7%, al igual que Honduras, mientras que Guatemala registra el 4.8%. La parte negativa de esa situación es que estos países dependen de los precios internacionales de los productos primarios y también están a la expectativa de lo que ocurre con el valor del barril de petróleo, que puede marcar el crecimiento del PIB.
Por ejemplo, en 2010 Nicaragua fue de las que más aportó al saldo negativo de la balanza comercial de combustibles, con un déficit del 13.6% respecto al PIB, seguida por Honduras con 7.8% y República Dominicana con 6.1%.
“Los combustibles impactan negativamente igual que la electricidad, todo nos afecta”, admitió Amador. Las economías del Caribe y Panamá han superado esta etapa y ahora se especializan más en la venta de servicios a mercados más diversificados.
“Una característica especial de las pequeñas economías especializadas en servicios es que, en general y en promedio, registran un PIB per cápita mayor al de las especializadas en la exportación de bienes”, señaló el informe de la Cepal.
Las ventajas de Nicaragua En medio de las desventajas que presenta Nicaragua en su comercio exterior, este país se destaca por tener una baja tasa de aranceles en la importación de bienes: 3.69%. Esa cifra solo es mejorada por Costa Rica, que impone el 3.50%.
Las aplicaciones arancelarias son una forma de medir la inserción de los países en el comercio internacional, agregó en su informe la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal.
Los bajos aranceles “te permiten traer productos, materia prima que te pueda ayudar a convertir tus producciones y hacer las cosas mejor, pero son más importante las tasas para competir, es decir, lo que te cobra el puerto, por ejemplo”, sostuvo Mario Amador, presidente de la Cámara de Industrias, Cadin.
En el campo agropecuario, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica presentan niveles arancelarios relativamente bajos para la importación de bienes primarios, en comparación con las economías más grandes de Latinoamérica.
Nicaragua es el tercer país que aplica los aranceles para bienes agropecuarios más bajos de Centroamérica y el Caribe (10.83%), por detrás de Guatemala (9.62%) y Honduras (10.74%). En productos que incorporan un mayor grado de industrialización, Nicaragua se coloca como el segundo país con la aplicación de aranceles más bajos (3.15%), después de Costa Rica (2.85%).
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