Vistazo al cannabis






En el tapete de las discusiones mundiales se encuentra la legalización de la marihuana. Los entusiastas de la despenalización la consideran una droga que “científicamente” no causa daños colaterales y también apoyan su uso como fármaco contra los síntomas de algunas enfermedades. Además, su legalización se concibe como una estrategia para que sea el Estado y no los narcotraficantes quien controle su producción y distribución.

En la región latinoamericana, Uruguay fue el primero en dar el paso. El año pasado el presidente José “Pepe” Mujica puso el comercio del cannabis en manos del Estado. Y a su voz se han ido sumando las de varias figuras públicas que se declaran a favor de la “liberación” de la droga.

Entre esas voces están las del mexicano Vicente Fox, el brasileño Fernando Henrique Cardoso y el chileno Ricardo Lagos. Más cerca, en Centroamérica, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ha aplaudido la despenalización del cannabis y considera que el de Uruguay un “ejemplo” que deben seguir otros países de la región.

En América Latina la legalización de la marihuana se ha convertido en un asunto sociopolítico, que toca a los Estados Unidos. Para el presidente Mujica, la estrategia de la guerra frontal contra el narcotráfico, apoyada por los gobiernos estadounidenses desde la década de los setenta, ha fallado. Y así lo ha expuesto en foros internacionales, medios de comunicación extranjeros e incluso ante las Naciones Unidas.

Desde la legalización de la marihuana, en Uruguay es posible comprar un máximo de 40 gramos al mes en farmacias autorizadas; se pueden cultivar hasta seis plantitas en casa y se permite la creación de “clubes” de 45 miembros. Eso sí, la droga está prohibida a menores de 18 años. 

Sin embargo, aún son muchos los detractores de la despenalización. Se han escrito libros, realizado documentales y organizado foros para exponer las desventajas de la legalización de la droga. Diputados, gobernadores y mandatarios se han pronunciado en contra. Como Horacio Cartes, el presidente de Paraguay.

Pero, ¿qué dicen los expertos? ¿Realmente el cannabis es una droga amistosa? Aunque la marihuana no tiene un gran nivel de adicción y el cuerpo no sufre al dejar de consumirla, el cerebro sí, señala el psiquiatra Hugo España, especialista en adicciones.

“El cerebro empieza a crear ansiedades y necesidades que cree que solo con la marihuana puede controlar”, explica España.

La legalización de esta droga como método para poner orden en su producción y comercio todavía está a prueba. Y aunque su uso como fármaco ha demostrado que puede controlar las náuseas en pacientes que reciben quimioterapia; no hay un estudio que compruebe que sea mejor que otros fármacos que tienen la misma función, dice el especialista.

En esta ocasión le presentamos una radiografía de la marihuana y sus efectos en el cuerpo humano. Juzgue usted.

Fuente: LP


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